Las madres perfectas son populares en las redes sociales
La luz adecuada, el vestido correcto, el cabello en su lugar: en las redes sociales todo es un florecimiento de fotos tensas para presenciar una perfección doméstica que te hace sentir incómodo.
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Mamá perfecta
La queja proviene del New York Post. En las redes sociales, desde Facebook a Instagram, todo es un florecimiento de imagenes domesticas Que tocan la perfección manÃaca. Ropa, cocina, organización del hogar: todo está fotografiado con luz especial y con un fondo similar a una revista nacional. Una perfección doméstica que es un golpe para las madres normales.
¿Quién de nosotros podrÃa estacionar al niño frente a la televisión para comer croquetas de pollo mientras se toma una foto en su cóctel de aperitivo que es mucho "coño de madre"?
O, toma el fiestas de cumpleañoso. Una visita obligada para la madre perfecta que, desde luego, no depende de una compañÃa de animación o de una sala de fiestas. Ella organiza todo en la casa y crea un detallado reportaje fotográfico de cada detalle de la fiesta, desde la mesa puesta hasta la niña vestida de princesa, lo más destacado del pastel final y los regalos personalizados, tal vez hechos a mano.
Todo perfecto, fotografiado con el estilo adecuado.
Un golpe para todos aquellos que han optado por un regalo de chip para sus pequeños amigos o han confiado en el área local para una fiesta divertida y eso es todo.
La madre perfecta no existe, 99 consejos para no volverte loca.
Las redes sociales, en resumen, se han convertido en el espejo que amplifica la imagen de sà mismas para estas madres, cultiva su narcisismo y en su lugar más inseguro alimenta la duda de que una no es lo suficientemente buena.
Es hora de decir lo suficiente. Por un lado, nos insisten en que debemos alimentar a nuestros niños con productos orgánicos y seguros, calculando a la perfección la cantidad de grasas y proteÃnas, por el otro, debemos cuidar su alma enseñando lo antes posible a leer y escribir.
Pero en realidad esto actitud ¿Es bueno para nuestros hijos? Es normal querer darles lo mejor a nuestros hijos, quizás queriendo ser diferentes de nuestros padres, y ofrecer más de lo que recibimos, pero demasiado, ofrece un mal ejemplo, crea una perfección que no existe en la vida cotidiana.
Volviendo a lo social donde se están volviendo locos. madres perfectas, la verdadera perfección pasa cuando no la buscas. Una foto que captura el momento mágico, el color del otoño, la sonrisa del niño. la fotografÃa Es un momento de pura magia. Esa es la verdadera perfección y no hay escenas, colores, toques y efectos de luz que puedan igualar la emoción de un disparo repentino y perfecto.
También porque lo decimos claramente, nuestros hijos tendrán poco o nada de esta exposición manÃaca. Si desea preparar un pastel de cumpleaños para su hijo, inténtelo usted mismo, haga algo bueno, haga que le guste y haga lo mejor que pueda, y luego asegúrese de que si el pastel vino bien, elimine la satisfacción de compartirlo en las redes sociales para recopilar algunos. cumplido. ¡Pero no tome su teléfono inteligente mientras lo come todo junto!
FAQ - 💬
👉 Antes los padres de familia debÃan preocuparse por el uso que daban los hijos a las redes sociales, observando qué datos se compartÃan, con quién habÃa contacto, entre múltiples factores más que podrÃan poner en riesgo la integridad de los jóvenes.
👉 BBC Radio 5 Live habló sobre ese "yo perfecto" de la redes sociales con Jamie Jewitt, quien lleva más de una década trabajando como modelo para marcas internacionales y Nick Knight, un médico especializado en estilos de vida y habitual colaborador de varias revistas.
👉 Cuando las redes sociales surgieron por primera vez, éstas iban dirigidas principalmente a las generaciones más jóvenes. Sin embargo, hemos visto que actualmente las plataformas digitales se encuentran inundadas por Baby Boomers y la Generación X, cuyos años de nacimiento comprenden el rango de 1945 a 1981.
👉 El informe #StatusofMind de la Real Sociedad de Salud Pública de Reino Unido asocia el uso de los redes sociales que hacen jóvenes de entre 16 y 24 años con altos niveles de ansiedad, depresión, bullying y "miedo a ser dejado de lado".